sábado, 9 de abril de 2011

Los que administran, los que curan, los que enferman.


Siempre he defendido, y seguiré defendiendo, que la Salud se estructura sobre tres colectivos humanos: los que administran, los profesionales, y los usuarios. Y si no mejoramos es por el desencuentro continuo de esos tres colectivos.
Leí el otro día esta noticia sobre la reunión de políticos de UPyD y médicos de Primaria. En estos tiempos previos a la municipales muchos políticos andan moviendo el rabo delante de los que saben bien que son sus amos: los votantes. Los políticos, por muy perros que sean, se cuidan mucho de no morder manos de amos antes de cada convocatoria electoral. Y mira que buscan "amos" que les pongan donde ellos quieren estar. Luego, cuando se acaba la carrera, ¡a tomar por saco! Si la ganan, olvidan lo que prometieron entre lametazos a rabo batiente; y si pierden, según las ganas que gasten para llegar en la próxima, tal vez sí, tal vez no, defienden un poquito. Lo justo, por eso del "que no se diga".
Los políticos que llegan son los que administran. Llegan por nosotros, los que votamos. Y nunca olvidemos que lo hacen para nosotros, y que no son más duraderos que un desodorante malo.
Les dejamos en sus manos durante un tiempo nuestra salud, que es lo que cuento. Sólo durante un tiempo. Y no podemos consentir que sigan como hasta ahora, malgastando recursos y entusiasmos de los que andamos aquí, como enfermos o como profesionales, dividiendonos. 

Lo que piden los médicos de primaria a Upyd, en Asturias, es muy serio, y les doy la razón en todo salvo en lo último: sobre los gastos sanitarios que derivan de la falta de conciencia por parte de aquellos ciudadanos que colapsan consultas a diario o despilfarran recetas.
Claro que hay pacientes que colapsan las consultas. Pero no olviden que van a consulta porque están enfermos. Y, sí, hay un descontrol sobre los medicamentos que se toman y los que se recetan de padre y muy señor mío, pero la culpa no es del enfermo, que no se puede recetar, sino de otros factores. Al que receta, que es el médico, le duele recetar, sobre todo si luego vienen los que administran con las rebajas de enero diciendo que no le pagan no sé qué porque se ha colado en el gasto que se le supone óptimo. Así que si hay que hablar con fantoches políticos seamos más serios y analicemos el problema en su totalidad, porque hasta los huevos estamos de quejicas parciales que nos acusan a los enfermos de ser los culpables de todo, hasta de lo del terremoto de Japón ("sí, sí, el terremoto fue porque los crónicos se pusieron morados de aero.red, y todos, a la vez, causaron un movimiento sísmico"...).
Mientras los que administran o quieren administrar sigan reuniéndose con los otros dos grupos a escondidas las cosas nos irán de mal en peor. Cuando están con nosotros, los enfermos, nos dicen que sigamos peleando contra esos que ni nos dedican cinco minutos en consulta, que mira que son malos que no nos recetan, ni tienen sensibilidad, ni nada. Cuando están con ellos, los sanitarios, les cuentan, bajito, que no tengan indulgencia con nosotros, los enfermos, que como gastamos tanto para vivir haciendo lo que nos da la gana no pueden ni asignarles los sueldos que quisieran pagarles.
Más seriedad, por favor. Trabajar en grupo, y con un único objetivo común, la mejora, es el camino. Porque no habría sanitarios si no hubieran enfermos. Y de no existir sanitarios todos los pacientes estaríamos muertos pronto. ¿Políticos? aunque nos duela, también son imprescindibles, porque Utopía no existe y alguien ha de organizar cuando todos prefieren ver la tele a decidir. 
El día que aprendamos a reunirnos profesionales y usuarios, para poner las bases con las que han de gestionar los administradores nuestro dinero, nos irá mejor. Aunque hay aprendizajes que requieren mucho tiempo.
Beatriz González Villegas.

 




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6 de Abril de 2011
Ignacio Prendes se reune con los médicos de Atención Primaria
Ignacio Prendes, candidato por UPyD a la presidencia de Asturias, y Armando Fdez. Bartolomé, candidato a la alcaldía de Gijón, se han reunido en la sede gijonesa de la formación con el grupo de médicos de Atención Primaria firmantes de dos artículos en la prensa regional. En ellos hacían un análisis de la situación de la sanidad en Asturias y ofrecían una serie de propuestas de mejora.
Para abrir la reunión, los clínicos quisieron transmitir a Ignacio Prendes un mensaje fundamental: “Los profesionales de la Atención Primaria tienen que ser el eje central y motor del cambio”.
A lo largo del encuentro, intenso y cargado de debate en torno a los principales problemas y desafíos de la Sanidad Pública, Prendes y los facultativos han intercambiado iniciativas, escollos del día a día y posibles soluciones.
La reunión ha girado en torno a cuatro claves, sobre las que se ha llegado a un acuerdo encaminado a la unidad de esfuerzos y voluntades.
En primer lugar, la necesidad perentoria de rediseñar la gestión del tiempo. La principal herramienta de trabajo para los médicos de Atención Primaria es el tiempo dedicado a sus pacientes.
En segundo lugar, los médicos han puesto de relieve la flagrante falta de coordinación e información de las que son víctimas por parte de las administraciones. Este lapso en la comunicación deriva de la ausencia de liderazgo y arrastra a los profesionales hacia un caos ingobernable: “No sabemos quién tiene que hacer qué y cuándo. Cada profesional debe saber qué tiene que hacer y para ellos hay que implantar mecanismos de control eficaces”.
La necesidad de centralización ha sido el tercer eje del encuentro: “En aras del pragmatismo, la justicia social y la eficacia: “Es indignante que un señor de Barcelona tenga que trasladarse a un piso de acogida en Madrid para poder recibir un trasplante de riñón, porque la Sanidad catalana no se lo permite”, se quejan los clínicos.
Por último y en medio de una apasionada conversación, se debatió sobre los gastos sanitarios que derivan de la falta de conciencia por parte de aquellos ciudadanos que colapsan consultas a diario o despilfarran recetas. A este respecto, Ignacio Prendes argumentó: “Es fundamental que la Administración trabaje para que los ciudadanos adquieran una educación sanitaria que les haga conscientes de la necesidad de austeridad como modo de invertir los recursos sanitarios lo mejor posible. La gratuidad de la Sanidad debe ser entendida por las personas como un privilegio que hay que cuidar a través de la mesura en su utilización”.
http://www.lahoradeasturias.com/index.php?id_ed=00000115&id_not=0000015991