viernes, 17 de abril de 2015

La diabetes y los videojuegos


sábado, 18 de abril de 2015

La diabetes y los videojuegos

Día a día se sabe más sobre la diabetes y la demencia. La diabetes, poco a poco, va afectando a todos los órganos. Se ha dicho que el cerebro de un diabético de larga evolución llega a ser más pequeño con los años. También que nuestra enfermedad se relaciona con el alzheimer.

Cuidarnos es lo que hacemos. En lugar de pensar, como piensan muchos padres de niños diabéticos, que las complicaciones nunca les llegarán, hay que prepararse. No somos robots, aunque alguno por ahí vaya dándoselas de adalid de la perfección. Y como tampoco vivimos en una burbuja, mejor tener en cuenta algunas cuestiones.

Eugenia, una chica fantástica que preside Adipo, la Asociación de Diabéticos del Poniente almeriense, me contaba no hace mucho que muchos "pretenden que vivamos en esas burbujas donde nada nos afecte, ni las infecciones, ni la menstruación cuando somos mujeres, ni las emociones, o los horarios" de los trabajos que tenemos que realizar para poder comer. Y Eugenia tiene toda la razón. Aún así, cada día me voy tropezando con algunos que creen que los que no tienen la hemoglobina glicosilada por debajo de seis es que ni se cuidan, ni se quieren cuidar. Manda narices.

Me quedo con mis amigas que confiesan abiertamente estar cansadas tras años de convivir con la diabetes, sufriendo subidas y bajadas sin saber por qué, habiendo hecho todo igual que el día anterior. El mundo no es perfecto. Y las personas reales tampoco lo somos. Por eso, en lugar de culpar a nadie por perder un órgano por culpa de la diabetes, me pondré en su pellejo, que es también el mío, el de los mortales, no el de las divinas, y los divinos.

A los mortales nos queda el prevenir. Y si se está demostrando que los videojuegos de acción sirven para crear nuevas conexiones entre neuronas y para rehabilitar a quienes las pierden, a jugar se ha dicho. Disfrutaremos como enanos, a la vez que prevenimos. Pero, eso sí, como enanos mortales


Beatriz González Villegas.