En México están teniendo un problema. Lo ha denunciado un periodista. Resulta que no están llegando pastillas para los pacientes que sufren una insuficiencia renal crónica y están tan mal que a sus riñones les queda algún tiempo para cruzar el puente que les llevará a diálisis, vamos, el tratamiento para una insuficiencia renal terminal.
La gracia de esto es que en España también nos hemos visto en tiras y aflojas parecidos en momentos en los que si cambia no sé cuál ley, y ahora hay que esperar a ver qué te pueden dar... Vamos, lo que pasará a partir del 30 de este mes.
Luego se quejan los sanos de que guardamos cajas de más de pastillas. ¡Pues como para no guardarlas! Recuerdo las primeras vacaciones de verano estando ya trasplantada, y de pronto que no había Cell Cept en ninguna farmacia, ni en el último cajón de alguna mísera cooperativa farmacéutica. De aquella aprendimos. A partir de entonces, si a cualquiera de los de la asociación nos faltaba algún material, se le daba; y cuando al compañero que se había quedado sin medicamentos se le cargase en su tarjeta de nuevo, le tocaba devolverlo. Aprendimos a que nunca nos faltase nada. Que nuestra salud es sagrada. Y a tener siempre una caja entera sin gastar de cada potingue. Porque además es legal.
No me ha extrañado que hayan dejado más de un mes sin medicinas a los pacientes de prediálisis. Sin medicamentos te puedes topar con un subidón de creatinina que te mande para que te operen y te hagan una fistulilla por donde dializarte. No entraré sobre quién gana con esto.
Hay una frase que es internacional y que se menciona en el artículo: "Prevenir cuesta menos que curar." Siempre hemos de prevenir. Y para prevenir han de educarnos sanitariamente antes. No sé a qué esperan, porque mucho lirili, y poco lerele.
Beatriz González Villegas.
Arturo Camarena Flores
2014 / 11 / 24
Al hacer esta denuncia pública suman 36 días consecutivos sin llegar a la farmacia del ISSSTE un medicamento (análogos de aminoácidos), que necesariamente deben tomar diariamente los pacientes con diagnóstico de insuficiencia renal en etapa de pre-diálisis. En ese lapso hablé sobre este problema con funcionarios locales del ISSSTE (Delegado, Subdelegado, Director del hospital y con el encargado de la farmacia), y todos están de acuerdo que el problema sólo es del centro que no les envía dicho producto. Y que ellos no pueden hacer nada. Es decir, se deslindan totalmente.
Por otro lado, los pacientes continúan en su dilema. Si dejan de comer proteínas se desnutren y con el agravante de la anemia por el problema renal empeoran su estado de salud y para sobrevivir necesitan el trasplante renal o mientras tanto la diálisis peritoneal o la hemodiálisis. Pero si consumen la cantidad de proteína indispensable para una vida aceptable, sus productos finales la urea y la creatinina aumentadas en la sangre hacen que el riñón empeore su función y se programe la diálisis, hemodiálisis o el trasplante renal, esto muy difícil de obtener, pues la lista de espera para ello supera con mucho las cirugías año con año y las diálisis consumen más del 25% del presupuesto de un hospital y en la clínica privada la hemodiálisis cuesta un mil quinientos pesos por sesión, que deben ser dos o tres veces por semana. Haga sus cuentas.
A las autoridades de la salud se les olvida lo elemental: Prevenir cuesta menos que curar.
¿Y cómo se hace para tratar de no llegar a la etapa tan alarmante y temida de las diálisis?
Que los funcionarios de la salud hagan su tarea y estén enterados que los pacientes en su mayoría no tienen seguimiento en el departamento de nutrición, que exijan al centro la dotación suficiente y a tiempo de los ya famosos alfacetoanálogos de aminoácido, pues las investigaciones científicas a nivel mundial demuestran que con estos dos poderosos pilares (dieta y grageas), se retarda, se hace lenta la necesidad de más gasto y sufrimiento personal y familiar con las otras medidas descritas.
También ayuda en la prevención que en la farmacia del ISSSTE su encargado no aconseje sustituir el medicamento faltante con la compra de “algas pirulinas”, pues ignora que la cantidad de fósforo, magnesio y sal contenidas en cada porción de esta “medicina natural”, empeoran la ya precaria función renal. Tal vez también ignore que cuando hay el medicamento (que está en el cuadro básico) alguna despachadora entrega sólo una caja de grageas en lugar de las dos cajas prescritas por el médico tratante. Y mientras se regulariza el envío semanal de esta medicina, algunos pacientes olvidados por sus sindicatos se han agrupado en el autodenominado “CLUB QUETOS”, cuya existencia el Director del hospital del ISSSTE me dijo eran solo rumores, pero que en la farmacia de especialidades me confirman lo del club y que llevando un cupón firmado les hacen un descuento en dicho producto.
Si publican esta columna el lunes 27, serán ya 36 días cuando menos de esta falla que es de elemental justicia subsanar, pues los pacientes de la tercera edad, sector principalmente afectado por la insuficiencia renal crónica, habrán gastado en ese lapso cuando menos tres mil pesos en comprar lo que el ISSSTE tiene la obligación de otorgarle a sus agremiados como prestación legítimamente obtenida con los años señalados de trabajo a las instituciones que ahora intentan no cumplir.
arturocamaarena1@hotmail.com
MIEMBRO DE LA ASOCIACION DE PERIODISTAS Y ESCRITORES DE NAYARIT, A.C. (APENAC)
http://www.periodicoexpress.com.mx/nota.php?id=292152
También ayuda en la prevención que en la farmacia del ISSSTE su encargado no aconseje sustituir el medicamento faltante con la compra de “algas pirulinas”, pues ignora que la cantidad de fósforo, magnesio y sal contenidas en cada porción de esta “medicina natural”, empeoran la ya precaria función renal. Tal vez también ignore que cuando hay el medicamento (que está en el cuadro básico) alguna despachadora entrega sólo una caja de grageas en lugar de las dos cajas prescritas por el médico tratante. Y mientras se regulariza el envío semanal de esta medicina, algunos pacientes olvidados por sus sindicatos se han agrupado en el autodenominado “CLUB QUETOS”, cuya existencia el Director del hospital del ISSSTE me dijo eran solo rumores, pero que en la farmacia de especialidades me confirman lo del club y que llevando un cupón firmado les hacen un descuento en dicho producto.
Si publican esta columna el lunes 27, serán ya 36 días cuando menos de esta falla que es de elemental justicia subsanar, pues los pacientes de la tercera edad, sector principalmente afectado por la insuficiencia renal crónica, habrán gastado en ese lapso cuando menos tres mil pesos en comprar lo que el ISSSTE tiene la obligación de otorgarle a sus agremiados como prestación legítimamente obtenida con los años señalados de trabajo a las instituciones que ahora intentan no cumplir.
arturocamaarena1@hotmail.com
MIEMBRO DE LA ASOCIACION DE PERIODISTAS Y ESCRITORES DE NAYARIT, A.C. (APENAC)
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