lunes, 25 de noviembre de 2013

Entrenando la memoria.

Lucas Pueyo es una de esas personas a las que sólo conozco por twitter. Hace un rato compartió una entrada escrita por Larry Katz sobre cómo mejorar la memoria. 

La diabetes también nos fastidia el cerebro. Será por eso por lo que escribo como escribo, como me dijo un amigo. Pero, dejando a un lado la guasa de los amigos, es verdad que si hacemos ejercicio para evitar la llegada de la peligrosa neuropatía, o para mantener los niveles de azúcar en sangre en su sitio, ¿por qué no hacer lo mismo para mantener engrasadas las neuronas?
A la demencia vascular que suele afectarnos, lo mismo le resbala que practiquemos gimnasia neuróbica, pero no perdemos nada. Así que os copio los ejercicios. Os añado algunos consejillos- Cada uno que haga lo que quiera, por supuesto.


1- Use el reloj de pulsera en el brazo contrario al que lo usa siempre. Eso sí, ten cuidado si cuando con darle golpes con todo, como me pasa a mí, por falta de costumbre; Aún peor, si no te encuentras el reloj, mírate la mano contraria antes de acusar a la chica de la limpieza de habértelo robado, como hizo una compañera de habitación hospitalaria.
 

2- Camine de adelante hacia atrás por su casa. Cuidadito con los accidentes. Luego no digas que no te avisé. Un batacazo, y quedarte sin cabeza, poco te va a arreglar las complicaciones vasculares en el coco.

3- Vístase con los ojos cerrados.
Esto es algo que hago de manera habitual. Desde que debuté se me habló del riesgo que corría a perder la vista, así que he ido acostumbrándome a hacer cosas normales a oscuras. Eso sí, he aprendido que a oscuras, sólo lo que haga sin mover las piernas, porque me atropellan los muebles.

4- Estimule el paladar probando comidas diferentes.
Lo del paladar tiene miga. Conozco a gente que presume poder distinguir hasta entre marcas de cervezas con sólo probarlas. No creo que la exquisitez sea una virtud. Todo lo contrario. Con la escasez que se nos avecina, no creo que haya sueldo que mantenga a tanto sibarita. Pero no está mal esto de probar para estimular el sentido del gusto, sea bueno o malo.
 

5- Lea o vea fotos al revés, concentrándose en detalles en los cuales nunca había reparado. ¿Leer fotos del revés? Supermán tiene visión de rayos x y podía verle la bragas a Lois Lane con sólo una mirada, pero ni tú ni yo tenemos esos superpoderes. Imagino que se refiere a ver fotos cabeza abajo. Nosotros no tenemos que hacer el pino, no. tuve una profesora de dibujo que usaba esta técnica para enseñarnos lo diferente que es la percepción cuando cambiamos el punto de vista. Pero, rayos x...
 

6- Ponga el reloj ante un espejo para ver la hora al revés. Si el grupo Hepta se entera de esto, nos echaría una bronca. Los espejos, los espejos...
 

7- Cambie el mouse de la computadora para el otro lado de la mesa. Lo de cambiar el ratón de lado es casi una putada mala acción, indigna de un buen scouts. Cuesta, en serio. He tenido que practicarlo cuando Miko se dormía sobre mis piernas, y roncaba con su hocico en mi mano buena, la izquierda. Todo es esforzarse.
 

8- Escriba o cepíllese los dientes usando la mano izquierda, o la derecha, en caso de ser zurdo. No te apures si al cambiar de mano salpicas todo. Un poco de lejía, un trapo usándolo también con la otra mano, y acabas doblando el ejercicio.
 

9- Camino al trabajo, haga un trayecto diferente al habitual. Y si te resulta una lata, piensa que es lo que tienen que hacer normalmente todos los que han sido amenazados por grupos terroristas. De niños jugábamos al despiste, así que en esto tenemos experiencia.
 

10- Introduzca pequeños cambios en sus hábitos, transformándolos en desafíos para su cerebro. Un ejemplo: comes, ves un poco la tele, y luego echas siesta, ¿no? Pues ahora echa la comida, cómete la tele, y ve como echan la siesta. Con esto, además, adelgazarás.
 

11- Hojee alguna revista y busque una foto que le llame la atención. Luego piense en 25 adjetivos que crea que describen la imagen o tema fotografiado. No vale repetir, como en el Un, Dos, Tres.
 

12- Cuando vaya a un restaurante, intente identificar los ingredientes que componen el plato elegido, y concéntrese en los sabores más sutiles. Si vas a un restaurante exótico, ni lo intentes. Habrán especias que ni por asomo sabías que existen. Esto, mejor lo practicas en el Pinichi, de Alcalá de Guadaíra. Prueba la perdiz, ya verás, ya.
 

13- Al entrar en un salón muy concurrido, intente calcular cuántos están en el lado derecho y cuántos en el izquierdo. Fíjese en los detalles de la decoración y enumérelos con los ojos cerrados. Con los ojos cerrados, y la boca también cerrada. Si te oyen enumerando objetos, no te vuelven a invitar.
 

14- Seleccione una frase de un libro e intente formar una frase diferente formando las mismas palabras. "Mi mamá me mima", "mi mimo me m...", no, no no, esa, no. 

15- Pruebe a jugar algún juego o actividad que nunca antes haya practicado. Ejemplos, los hay por doquier. Véase éste pinchando aquí. Si no te gusta, los hay más divertidos. El bingo siempre está a varias paradas de autobús, y el único inconveniente es quedarte sin blanca.
 

16- Compre un rompecabezas e intente encajar las piezas correctas lo más rápido que puedan cronometrando el tiempo. Repita el ejercicio para ver sus progresos en velocidad. Si no lo quieres comprar, pideselos a tus nietos. Aún no tengo nietos, que como encuentre en casa de mi madre alguno, aunque sea de mi sobri, me pongo manos a la obra.
 

17- Trate de memorizar la lista del mercado. La lista de la compra está bien. Puedes optar por la lista de números primos, o por la de los jugadores del Betis. Me contó alguien, que cuando estaba en la intimidad con su mujer, para que no se quejase de prisas se repetía esa misma lista, aunque siempre acababa pronto y gritaba ¡¡¡¡¡gooool!!!! ante la cara de desesperación de su santa.
 

18- Consulte el diccionario y aprenda una nueva palabra por día, e intente usarlas en sus conversaciones diarias. ¡Ajá! Un ejercicio divertido. ¿Qué es lo primero que aprendemos cuando nos enfrentamos a un nuevo idioma? Pues prueba con eso. Mi abuela llamaba lumia a una que le tiraba los orines en su yerbabuena. Busca, busca.
 

19- Escuche las noticias de la radio y la televisión en cuanto se despierte, y más tarde haga una lista con las más importantes. Si no te gustan las noticias, ve a algo que sí te guste. Si te pones con Herrera por la mañana, recuerda los chistes que más te hicieron reír, por ejemplo.
 

20- Al leer una palabra piense en otras cinco que comienzan con la misma letra. Esto me recuerda a un juego muy divertido que no sé cómo se llama.

Se juega en grupo. Se ponen categorías en una libreta, como nombre de ciudades, países, animal, vegetal, ..., lo que sea, y cuando empieza el tiempo todos han de encontrar palabras que empiecen por la letra que salga en los dados. Y no vale copiarse de lo que ponga el de al lado, porque entonces ka respuesta vale la mitad, si es acertada. 
Vale, si estás solo, o sola, haz la lista de otras cinco. Pero, ¡en grupo es más divertido!

En fin, si con esto no conseguimos entrenar la memoria tendríamos que ir a algún lugar en una isla paradisiaca, y memorizar otras cosas: nombres de las playas, de las habitaciones de hotel donde están los más guapos, de los cócteles que tomamos, etc. Usando la imaginación encontraremos alternativas más aptas para cada edad.


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El artículo completo Cómo mejorar la memoria con 20 ejercicios los tenéis pinchando aquí.

Beatriz González Villegas.