Siempre he defendido, y  seguiré defendiendo, que la Salud se estructura sobre tres colectivos humanos:  los que administran, los profesionales, y los usuarios. Y si no mejoramos es por  el desencuentro continuo de esos tres colectivos.
 
 
 
 
 
 
 Leí el otro día esta  noticia sobre la reunión de políticos de UPyD y médicos de Primaria. En estos  tiempos previos a la municipales muchos políticos andan moviendo el rabo delante  de los que saben bien que son sus amos: los votantes. Los políticos, por muy  perros que sean, se cuidan mucho de no morder manos de amos antes de cada  convocatoria electoral. Y mira que buscan "amos" que les pongan donde ellos  quieren estar. Luego, cuando se acaba la carrera, ¡a tomar por saco! Si la  ganan, olvidan lo que prometieron entre lametazos a rabo batiente; y si pierden,  según las ganas que gasten para llegar en la próxima, tal vez sí, tal vez no,  defienden un poquito. Lo justo, por eso del "que no se diga".
 
 Los políticos que  llegan son los que administran. Llegan por nosotros, los que votamos. Y nunca  olvidemos que lo hacen para nosotros, y que no son más duraderos que un  desodorante malo.
 Les dejamos en sus  manos durante un tiempo nuestra salud, que es lo que cuento. Sólo durante un  tiempo. Y no podemos consentir que sigan como hasta ahora, malgastando recursos  y entusiasmos de los que andamos aquí, como enfermos o como profesionales,  dividiendonos. 
 Lo que piden los médicos de primaria a Upyd, en Asturias, es muy  serio, y les doy la razón en todo salvo en lo último: sobre los gastos  sanitarios que derivan de la falta de conciencia por parte de aquellos  ciudadanos que colapsan consultas a diario o despilfarran recetas.
 
 Claro que hay pacientes  que colapsan las consultas. Pero no olviden que van a consulta porque están  enfermos. Y, sí, hay un descontrol sobre los medicamentos que se toman y los que  se recetan de padre y muy señor mío, pero la culpa no es del enfermo, que no se  puede recetar, sino de otros factores. Al que receta, que es el médico, le duele  recetar, sobre todo si luego vienen los que administran con las rebajas de enero  diciendo que no le pagan no sé qué porque se ha colado en el gasto que se le  supone óptimo. Así que si hay que hablar con fantoches políticos seamos más  serios y analicemos el problema en su totalidad, porque hasta los huevos estamos  de quejicas parciales que nos acusan a los enfermos de ser los culpables de  todo, hasta de lo del terremoto de Japón ("sí, sí, el terremoto fue porque los  crónicos se pusieron morados de aero.red, y todos, a la vez, causaron un movimiento  sísmico"...).
 
 Mientras los que  administran o quieren administrar sigan reuniéndose con los otros dos grupos a  escondidas las cosas nos irán de mal en peor. Cuando están con nosotros, los  enfermos, nos dicen que sigamos peleando contra esos que ni nos dedican cinco  minutos en consulta, que mira que son malos que no nos recetan, ni tienen  sensibilidad, ni nada. Cuando están con ellos, los sanitarios, les cuentan,  bajito, que no tengan indulgencia con nosotros, los enfermos, que como gastamos  tanto para vivir haciendo lo que nos da la gana no pueden ni asignarles los  sueldos que quisieran pagarles. 
 
 Más seriedad, por  favor. Trabajar en grupo, y con un único objetivo común, la mejora, es el  camino. Porque no habría sanitarios si no hubieran enfermos. Y de no existir  sanitarios todos los pacientes estaríamos muertos pronto. ¿Políticos? aunque nos  duela, también son imprescindibles, porque Utopía no existe y alguien ha de  organizar cuando todos prefieren ver la tele a decidir. 
 
 El día que aprendamos a  reunirnos profesionales y usuarios, para poner las bases con las que han de  gestionar los administradores nuestro dinero, nos irá mejor. Aunque hay  aprendizajes que requieren mucho tiempo.
 
 Beatriz González  Villegas.
  
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|  6 de Abril de 2011 | 
        | Ignacio Prendes se reune con los médicos de Atención Primaria | 
        | Ignacio Prendes, candidato por UPyD a la presidencia de Asturias, y  Armando Fdez. Bartolomé, candidato a la alcaldía de Gijón, se han  reunido en la sede gijonesa de la formación con el grupo de médicos de  Atención Primaria firmantes de dos artículos en la prensa regional. En  ellos hacían un análisis de la situación de la sanidad en Asturias y  ofrecían una serie de propuestas de mejora. Para abrir la reunión, los clínicos quisieron transmitir a Ignacio  Prendes un mensaje fundamental: “Los profesionales de la Atención  Primaria tienen que ser el eje central y motor del cambio”.
 A lo largo del encuentro, intenso y cargado de debate en torno a los  principales problemas y desafíos de la Sanidad Pública, Prendes y los  facultativos han intercambiado iniciativas, escollos del día a día y  posibles soluciones.
 La reunión ha girado en torno a cuatro claves, sobre las que se ha  llegado a un acuerdo encaminado a la unidad de esfuerzos y voluntades.
 En primer lugar, la necesidad perentoria de rediseñar la gestión del  tiempo. La principal herramienta de trabajo para los médicos de Atención  Primaria es el tiempo dedicado a sus pacientes.
 En segundo lugar, los médicos han puesto de relieve la flagrante falta  de coordinación e información de las que son víctimas por parte de las  administraciones. Este lapso en la comunicación deriva de la ausencia de  liderazgo y arrastra a los profesionales hacia un caos ingobernable:  “No sabemos quién tiene que hacer qué y cuándo. Cada profesional debe  saber qué tiene que hacer y para ellos hay que implantar mecanismos de  control eficaces”.
 La necesidad de centralización ha sido el tercer eje del encuentro: “En  aras del pragmatismo, la justicia social y la eficacia: “Es indignante  que un señor de Barcelona tenga que trasladarse a un piso de acogida en  Madrid para poder recibir un trasplante de riñón, porque la Sanidad  catalana no se lo permite”, se quejan los clínicos.
 Por último y en medio de una apasionada conversación, se debatió sobre  los gastos sanitarios que derivan de la falta de conciencia por parte de  aquellos ciudadanos que colapsan consultas a diario o despilfarran  recetas. A este respecto, Ignacio Prendes argumentó: “Es fundamental que  la Administración trabaje para que los ciudadanos adquieran una  educación sanitaria que les haga conscientes de la necesidad de  austeridad como modo de invertir los recursos sanitarios lo mejor  posible. La gratuidad de la Sanidad debe ser entendida por las personas  como un privilegio que hay que cuidar a través de la mesura en su  utilización”.
 
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