Son muchos los hospitales que van mejorando sus Unidades de Gestión de Endocrinología y Nutrición, y Valme es un ejemplo fantástico para nosotros. Antes, en Valme, prevalecían las ganas de los que aquí trabajaban de hacer las cosas bien, pero ahora ya tenemos espacio (unas consultas nuevas que quitan el hipo) donde impartir desde los cursos de bombas, a lo más pequeñito. Valme ha crecido delante de nuestras narices y sintiéndonos muy orgullosos de haber ido pueblo a pueblo, de ayuntamiento a ayuntamiento, denunciando lo que sabíamos no sólo por pacientes, sino también por médicos que allí trabajan, y que como a nosotros les dolía la desigualdad. Valme ha sido nuestro corazón y nos enorgullece, pero Carlos Haya, en Málaga, más aún. Esos pasillos malagueños son nuestro "cuartel general" donde coincidir sin premeditarlo, y charlar, y disfrutar viéndonos mejorar día a día, año a año. Porque es difícil contactar con los almerienses, como nuestra artista Rocío Starry, la cantante más guapa trasplantada de páncreas riñón, o con los malagueños, como Susana y tantos otros, si no fuera por esas salas de espera.
Parte del equipo malagueño tuvo mucho que decir en el Proceso Asistencial del Trasplante de Páncreas, nuestro libro de cabecera. Ahí estaban la Dra. Marisol Ruíz de Adana, nuestra endocrino; el Dr. Víctor Baena, cirujano, el Dr. Alfonso Navarro Piñero, también cirujano, la Dra, Lola Burgos, nefróloga de los que nos hacemos veteranos, o el tan querido por nosotros, el Dr. Miguel Lebrón, intensivista. Es el libro que, a veces, tenemos que llevar a otras Unidades de Gestión de otros sitios a explicar que los páncreas somos "delicaillos" y necesitamos determinados cuidados, tengamos o no úlceras grado dos.
En fin, que el libro les avala, y sus innumerables actividades lo corroboran. En los pasillos siempre hay folios informando: que si reuniones de debut de diabetes 1, que si charlas con nutricionista,y muchas actividades más.
El premio lo celebramos sobre todo los pacientes, que somos los que lo disfrutamos en primera persona; y esperamos que los presupuestos no se vean menguados por envidias cochinas, por eso de que Málaga no es la capital de ningún reino.
Beatriz González Villegas.