Éramos los "dichosos" ATPáncreas, ésos cuatro gatos que molestábamos tanto como para que Soto, el presidente de Alcer, solicitase en el Virgen del Rocío que nos echaran del hospital, porque, entre otras cosas, estaban hartos. Eso de hartos se oyó en otra boca, pero bien que se dijo, al mismo tiempo que a alguien le dio un desmayo y hubo que atenderlo en diálisis. ¡Cuánta tensión generaríamos los micos páncreas como para provocar desmayos innecesarios en aquellos que, desde un principio, se colocaron bien delante, como en cada foto que salía en prensa, para taparnos y que no se supiera siquiera de nuestra existencia! Todo un sainete.
Pues sigo, sin tocar siquiera el enfrentamiento por nuestra negación a depender de subvenciones gubernamentales. Eso, ni lo voy a mencionar, que luego todo se sabe. La cosa es que, para no variar tratándose de Sevilla, me he enterado de un acto pomposo en el que no me salen las cuentas. ¿O sí?
El titular dice "El Colegio de Médicos de Sevilla abre sus puertas a las asociaciones de trasplantados". Vale que, de momento, estamos sin presidente. Pero continuamos luchando por la diabetes, para que nadie precise de un doble trasplante en esta santa tierra de Nuestra Señora, para que los que sí lo han necesitado tengan información, para que la gente done órganos, y, sin cobrar un céntimo de euro, para lo mismo que el resto. Eso sí, dentro de nuestras posibilidades y obligaciones morales (sin moralina). Lo digo porque, otra vez más, nadie ha mandado a la ATPáncreas ni un triste mail... Vamos, ni un whatssapp.
Como leí que el "Colegio de Médicos de Sevilla abrió las puertas de sus instalaciones a las cinco Asociaciones de Trasplantados de Sevilla, con quienes han acordado iniciar" no sé qué, me he quedado enumerando, y no, no me salían lo de cinco asociaciones. Pero, ¡tate!, creo que he dado con la tecla viendo la foto.
Imagen: http://www.medicosypacientes.com/gestor/plantillas/articulos/archivos/imagenes/1392897073901-sevilla.jpg
En esa imagen se ven personas. A algunas de ellas las tengo en el corazón, como a Manolo, a Paco o a Sarmiento. Buena gente que pelea por lo que cree. Y dejando a un lado la estampa, el Arte del performance está poco valorado en el mundo, pero, curiosamente, en la capital andaluza es casi una religión. Así que os dejo ésta para que la disfrutéis:
Sin donantes, no hay trasplantes, y esa es la respuesta a todo si queremos volver a nacer.
Algún día, me temo que un día lejano, el tema asociativo cambiará. Somos personas, cada uno con unos problemas, pero con una lucha común. Han de ser los objetivos comunes los que unan, y no las subvenciones. Ya para desunir con dinero está la banca que nos tiene esclavizados. Hay que sumar fuerzas, y hacerlo sin líderes, cuando todos compartamos (además de esos objetivos) la misma cultura, y el mismo desapego. Va a empezar el sábado, y no es momento de filosofear. Pero, solo una reflexión: ¿cómo sería posible que alguien nos donase un órgano si no se imaginase en nuestra piel, o pensara ser nosotros mismos con el sufrimiento de la enfermedad terminal?
Mientras vivamos bajo el "cada uno en su casa, y dios en la de todos" habrá tribus, y meriendas de negros. Al menos, en la India, a los parias no nos comen. Solo somos eso, parias.
Beatriz González Villegas.
Algún día, me temo que un día lejano, el tema asociativo cambiará. Somos personas, cada uno con unos problemas, pero con una lucha común. Han de ser los objetivos comunes los que unan, y no las subvenciones. Ya para desunir con dinero está la banca que nos tiene esclavizados. Hay que sumar fuerzas, y hacerlo sin líderes, cuando todos compartamos (además de esos objetivos) la misma cultura, y el mismo desapego. Va a empezar el sábado, y no es momento de filosofear. Pero, solo una reflexión: ¿cómo sería posible que alguien nos donase un órgano si no se imaginase en nuestra piel, o pensara ser nosotros mismos con el sufrimiento de la enfermedad terminal?
Mientras vivamos bajo el "cada uno en su casa, y dios en la de todos" habrá tribus, y meriendas de negros. Al menos, en la India, a los parias no nos comen. Solo somos eso, parias.
Beatriz González Villegas.
Para ver el titular comentado:
http://www.medicosypacientes.com/articulos/sevilla21214.html