lunes, 7 de octubre de 2013

Ofertas de empleo para los médicos de la Pública.

Cada vez que oigo a alguien insultar lo que hacen los funcionarios no me salen ronchas, porque no ganaría para consultas, pero sí que me molesto. Cada vez que esto pasa, además, me reafirmo en lo que dicen algunos de aquí y otros de allá, que somos un país de envidiosos.

Cuando un albañil ganaba 3.000 € en la construcción, oí a muchos profesores (y a algún alumno) aquello de "¿para qué se va a estudiar hoy?", y, ojo, entonces tenía su lógica cobrando lo que cobraban todos aquellos que no sabían ni cuántos agujeros puede tener un ladrillo y, sin embargo, de golpe eran albañiles virtuosos... (que por lo que cobraban bien lo podrían ser) de las chapuzas. En absoluto estoy menospreciando a ningún albañil. Es un trabajo duro, y bien digno. Pero no me negarán que aquello de "todos sabemos construir" no era más que un oportunismo puro y duro, sin más ciencia que la de la que da el olor a dinero: ninguna.

Ayer, viendo un reportaje de Canal Sur sobre la obra del arquitecto Vandelvira, mi hija y yo estuvimos cambiando opiniones sobre quién era más importante, si el arquitecto, o los que construyeron sus obras. Ella, con sus dieciséis años marcando carácter, defendía que por muy especial que fuese el señor Andrés nada se hubiera hecho sin los que trabajaron en la construcción de esos edificios. Tiene su parte de razón, claro. Mi interés era enseñarle que la idea es la que mueve el mundo, y no los que ponen los ladrillos de la idea, que sin instrucciones poco harían. Cualquiera puede poner ladrillos. Yo misma lo he hecho en la casa de mis padres de pequeña. Entonces mezclábamos la arena, el cemento, y la grava en las medidas que nos decía el cuñado de doña Emilia, la de la tienda grande de La Vecilla (un colmado precioso que ya no está), que era quien nos vendía los materiales de construcción. Cemento, arena, plomadas y otras herramientas, y levantamos aquí un murito de contención bajo la peña, allí "Lemóniz" -que fue como mi padre bautizó a la barbacoa, de lo fea que nos quedó. Fea, pero útil-... Así que yo también he sido albañil (o albañila), ya puestos en el tema; nada diestra, porque soy zurda de pensamiento, palabra, y obra, ni tampoco versada. Pero puse mis ladrillos.

Los que hoy se quejan de lo que ganan los funcionarios medios deberían recordar que mientras unos perdían años formándose para luego perder otros más opositando, otros hacían de la libertad en ejercer el "no esfuerzo" su lema de vida. Los salarios de los funcionarios no sólo han sido congelados en todo el país, perdiendo poder adquisitivo, sino que además a ellos, los que trabajan para la Casa, les han aumentado horas de curro a 0 €. Esto poco les importa a los que antes consideraban una bazofia un sueldo algo más alto que el de un mileurista. Y es que ahora ser mileurista es que te toque la lotería. Pero...

Nuestros médicos y enfermeros que trabajan en la Pública son funcionarios. La Casa no retira en armamento, pero sí en Educación y en Salud. Y si las asociaciones protestan, como son la voz de la ciudadanía, se les cuenta que no se retirará tal o tal otra cosa (o derecho), y al final quien paga el pato es el sueldo del que trabaja en el hospital de al lado, del que no quiso irse a "Jiuston" a cobrar en piedras preciosas por cada consulta o cada cura.

Hace un rato vi en Twitter un anuncio de trabajo que me ha hecho gracia:


medico de urgencias MADRID 04/10/2013
Se necesita médico de urgencias, para colaborar con clínica privada, totalmente compatible con trabajo en sanidad pública. Bien remunerado.Horario flexible.

Teléfono: 677775101
E-mail: aeyaralar@yahoo.com

Compatible con trabajo en Sanidad Pública... ¿Cómo querrán los que mandan que nos atiendan nuestros profesionales de la Salud si ya no tienen ni para pagarse la hipoteca, si han de pluriemplearse en varios sitios a la vez de "saldo", si ante una denuncia de un paciente les dejan con el culo al aire los de arriba, si no pueden recetar según su propio criterio, si les roban hasta en las taquillas de quirófanos de urgencias*...?,


Nos atienden muchas veces "cabreados", y con razón. Aquí seguimos los pacientes muditos como el enanito bobalicón de Blancanieves. ¿Cuántas asociaciones plantan cara a las distintas Administraciones por ellos?, ¿cuántos sindicatos? 

Perdón, hoy no era día de tocar sindicalismos. Voy a ver si charlo con Mudito, que entre nosotros nos entendemos.

Beatriz González Villegas.

*Caso verídico, como decía Paco Gandía cuando nos hacía reir: Urgencias de un hospital andaluz. Entra un paciente de una etnia minoritaria desde UVI Móvil, con un tiro en el pecho, al lado del corazón, a primeras horas de la madrugada. La intervención dura lo que queda de noche. Los gritos se oyen en todo el hosptial: "Como lo matéis, os rajamos". Salvan al paciente. La sala de espera, llena de parientes del salvado, igual que los alrededores del hospital, desde una punta a la otra de la acera. 
Al salir, uno de los cirujano va a su taquilla a cambiarse para irse a casa. Al abrirla comprueba que le han robado todo: la cartera, las llaves del coche, la ropa... y hasta los zapatos. Vestido de verde quirófano tuvo que irse a su piso. Verídico, verídico. Preguntad por... vaaaaaale, no digo más.





Foto: Algunas pistas para reconocer a un cirujano plástico 'de fiar' antes de una operación. http://estaticos02.cache.el-mundo.net/elmundosalud/imagenes/2008/08/19/1219169269_0.jpg