viernes, 20 de diciembre de 2013

¿Qué expectativas tenemos los pacientes sobre cómo tratarán nuestra enfermedad?

Joan Carles March ha compartido este interesante documento que refleja a la perfección qué es lo que los pacientes esperamos obtener de la Sanidad Pública cuando se trata de tratar o curar nuestra propia enfermedad. Creo, sin temor a equivocarme, que es uno de los mejores resumenes que he visto de este año.

No somos solo enfermos, y cuando llegamos a consulta no queremos ser tratados como un órgano, un quejica con una patología, con un síntoma, o un problema. Pero somos tratados por personas que están especializadas en Medicina: bien sea en la Familiar y Comunictaria, o en otra cualquiera, y también en cuidados enfermeros, porque no me atrevo a describir con palabras todo lo que Enfermería hace, ya que andan discutiendo sus límites, sus barreras.

Cada uno de nosotros, pacientes o profesionales, somos de nuestro padre y de nuestra madre, como se dice en mi pueblo, y tenemos días buenos y malos según sea la presión a la que somos sometidos. Pero, no olvidemos, que los que más nos presionan son los que tienen los hilos en sus manos; y ésos no son precisamente los que hemos votado para dirigir la Sanidad Pública, ni en Andalucía, ni en España.

Queremos "más empatía, más escucha, mejor comunicación", más coordinación entre los hospitales y nuestros médicos y enfermeros de Atención Primaria, porque a veces nos convertimos en pelotas de ping-pong entre instituciones, que la investigación continúe, y que si hay un nuevo tratamiento no se impona porque hay algún listo que se pone las botas con él, sino porque es más efectivo que el anerior, enterarnos de lo que tenemos, porque nosotros no hemos estudiado en la Facultad de Medicina, y no saber cómo se pronuncia lo que nos pasa no significa que seamos imbéciles; Por supuesto, también queremos decidir. Como nos contaban en una conferencia ofrecida por los especialistas en trasplantes de Córdoba, allí ellos cuentan qué riesgo tiene cada tratamiento o acto quirúrgico (dentro de los que ellos están dispuestos a llevar a cabo por nuestro caso), y es el paciente quien decide si le vale la pena o si no... 


Queremos de todo; aunque, si es nuestra enfermedad, también debemos implicarnos y ser responsables. No seamos pacientes de esos de la mayoria silenciosa que coge atajos fastidiando al resto. Ya que tenemos que ser pacientes, seamos activos, o, como diría el doctor don Federico Relimpio, ¡menos "pachorra"!




Pero, mejor que contar lo que nos ofrece Joan Carles March, verlo es más interesante. Espero que os sintáis identificados con lo que aquí se muestra; si no, a contarlo también.