Publicado el domingo, 12 de mayo de 2013
Hubo una vez que quise ser..., pero enfermé de diabetes.
Dichosa diabetes. Dichosa porque aunque no somos sólo diabéticos, sí que esta enfermedad nos marca toda nuestra vida.
Mari Paz se nos fue hace ya meses, pero sigue en nuestro corazón; y ella nos decía que la fibrosis quística la había hecho como era: fuerte, sensible con el dolor de los otros, y, sobre todo alguien especial; para mí, muy especial. Pues con la diabetes nos ocurre algo parecido. Especiales somos todos, claro, pero nosotros además somos dulces por dentro. Si fuéramos verdes por fuera seríamos para un acertijo de esos en los que los niños saltan gritando la solución: ¡sandía!
Acabo de leer en el facebook una declaración de vida de Diego, uno de los amigos feisbukianos que nos acompañan en el tiempo. Diego también tiene un páncreas y un riñón injertados, y sabe de sobra lo que es que la entrada final en las complicaciones de la diabetes no sea plato de gusto. Encima, nuestra entrada suele ser a lo bestia y de golpe, casi sin que te hayas enterado de su llegada. De pronto estas "bien" y tu cuerpo hace cataplof, y a tomar por saco, aparecen que si la insuficiencia renal (adiós riñones), que si la ceguera (con lo bonito que es ver todos los colores), que si la claudicación y dejas de imaginarte haciendo una maratón... y todo lo demás. He conocido a muchos amigos que entraron así de cabezas en la insuficiencia renal con pronóstico de trasplante, pero gracias a todo hoy siguen vivos, y bien vivos.
Vivir y dejar vivir. Vivir y disfrutar de la vida. Ser felices asumiendo que lo que nos queda es lo mejor que nos puede quedar. Desear la felicidad de los nuestros y compartirla son las mejores opciones que se pueden tomar cuando estamos como estamos. Esas son las que eligió Diego y no se equivoca ni un pelo de camino.
Desde aquí le felicito por su opción después de haber soltado unas lagrimillas de esas que nos salen solas cuando un amigo nos emociona con sus palabras. Diego me ha emocionado y por eso le traigo aquí, para que vean que no todo es lloriquear en la vida, que hay caminos que andar y se pueden hacer con alegría.
Gracias, Diego.
"Diego Alarcon
Hubo una vez que yo quería ser bombero, tiempo despues quise ser veterinario...pero naci y enfermé de diabetes lo cual me supuso enfermar de insuficiencia renal de problemas de circulacion problemas de vision ese tiempo yo quería ser una persona sana y ahora que tengo mi pancreas y mi riñon sólo quiero vivir, dejar vivir a los demas, ser feliz y k los k me quieren sean felices, yo disfrutar de ellos y ellos de mi. y si puede ser por muchos años. MUAKKKKKKKKKKSS".
Beatriz González Villegas.