jueves, 22 de marzo de 2012

Lo que dicen que dice el Premio Nobel Richard Roberts.


Hoy hemos recibido un buen comentario que no quiero dejar de ilustrar con las opiniones del Premio Nobel de Medicina del 93, Richard Roberts. Hoy mismo, en la cola que había en extracciones del área de laboratorio del Hospital Virgen del Rocío, comenté con otros pacientes trasplantados de riñón esto mismo. La cura de la diabetes se ha llevado páginas y páginas de literatura médica (o seguro que más que eso, de  literatura fantástica), pero lo que más se ha llevado por delante es nuestras esperanzas.

Hace tiempo, charlando con José Manuel Mariscal Cifuentes, un comunista convencido, en uno de los despachos que Izquierda Unida tiene en el Parlamento de Andalucía, hablamos de hacer unas charlas informativas en Córdoba, su ciudad de residencia, con este tema. Aquel proyecto quedó en nada, porque la enfermedad me dio más palos que a los mineros de Sabero  la guerra, y paramos. Pero es una realidad que tenemos que defender los afectados, los propios afectados, o nunca se hará nada. 

Se están utilizando células madre para muchas cosas. En Córdoba, en el Hospital Reina Sofía, han terminado hace poco un proyecto de investigación basado en la recuperación arterial de pies diabéticos, con úlceras neuroisquémicas severas. Te sacan de la médula una pequeña muestra, de la que a su vez obtienen células madre. Las inyectan en arterias de la pierna y las arterias lesionadas se recuperan dando de nuevo riego al pie dañado. En Virgen del Rocío se operan vértebras a las que se les ayuda a recuperarse con células madre que acaban recomponiéndolas, y así podemos continuar hasta cansarnos. El nivel e investigación en Andalucía es muy bueno. Y esto que suena a milagro es hoy una realidad. Nuestro planteamiento es que cómo no se pueden obtener con la misma facilidad células beta, productoras de insulina, para insertarlas (o como se diga) en el hígado del diabético para que deje de necesitar insulina, tal y como consiguió hacerlo el equipo de Bernat Soria, que ahora trabaja para una farmacéutica según dicen las malas lenguas (y las buenas también).

Pienso mal, no por acertar, ni por dar la razón a proverbios chinos, sino porque llevo sufriendo una diabetes tipo 1 desde hace más de treinta años. Si los diabéticos no fuéramos una mina viva para las farmacéuticas -nos venden insulinas cada vez mejores, medidores de glucemia, tiras, ... y cuando aparecen lesiones renales, para la diálisis nos venden desde los sistemas a los filtros, pasando por los esparadrapos; fabrican máquinas con las que tratarnos con laserterapia el fondo de ojo dañado, y medicamentos para toda esta muerte lenta y silenciosa que es nuestro  dulce futuro-, si no fuéramos tan rentables ya tendríamos una cura. Y, sobre todo, si los políticos (otra vez los políticos), que son los que administran los recursos sanitarios, no les debieran nada a esas empresas exigirian esa cura no porque les importemos un rábano, sino por abaratar los costes que acarreamos. Pero les importamos poco porque saben que nunca exigiremos juntos nada. 

+Las asociaciones, tal y como están hoy financiadas, se callan contra el poder político. Unas veces porque les deben a esos administradores de subvenciones el dinero con que mantenerse, y otras veces porque el color de sus corazones es similar al del partido que gobierna en ese momento. Asociaciones apesebradas nunca nos podrán representar, porque, como el resto, no quieren señalarse por nada en el mundo. Ni siquiera por la salud de los que la componen. 

Sí, sí, que presido una asociación. Claro. Pero en la ATPáncreas no cobramos un céntimo de ninguna Administración Pública. Así que tenemos libertad. Pobres como las ratas, pero libres.

Ya está bien de financiar borregos. Hay que plantear otros modos de participación de los afectados, porque muchos no creen en las asociaciones, y porque muchos más, con ganas de trabajar por un cambio de actitud, no tienen opción a formar parte de esos congresos, de esas reuniones entre Administración y Usuarios; pero, sobre todo, porque han perdido la fe. Hay muchas personas válidas en sus casas que se callan no porque no quieran conseguir objetivos, sino porque no se les ofrece una vía real para ser oídos. Y habría que conseguir que tuvieran tantas opciones como esos que dirigen grupos legalizados.

A ver si encontráis a más gente que piense esto. Cuando eres pobre y enfermo cuesta demasiado nadar contracorriente. Busco nadadores. Si vivimos lo suficiente podemos apear tanto borrego y hacer lana que nos abrigue a todos.

Beatriz González Villegas.

 

 

 

 

******************

'El fármaco que cura del todo no es rentable'

 

El premio Nobel de Medicina de 1993 Richard Roberts, en una entrevista publicada en el diario La Vanguardia, denuncia que las farmacéuticas se dedican a desarrollar medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad.

El Premio Nobel de medicina Richard J. Roberts pone de manifiesto en una entrevista en La Vanguardia que muchas de las enfermedades que hoy son crónicas tienen cura, pero para los laboratorios farmacéuticos no es rentable curarlas del todo, los poderes políticos lo saben, pero los laboratorios compran su silencio financiando sus campañas electorales.

- ¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo?

- Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud... Tengo mis reservas.

- Le escucho.

- La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.

- Explíquese.

- La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital...

- Como cualquier otra industria.

- Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.

- Pero si son rentables, investigarán mejor.

- Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.

- Por ejemplo...

- He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad...

- ¿Y por qué dejan de investigar?

- Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.

- Es una grave acusación.

- Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo.

- Hay dividendos que matan.

- Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.

- ¿Un ejemplo de esos abusos?

- Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón de personas.

- ¿No me habla usted del Tercer Mundo?

- Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.

- ¿Los políticos no intervienen?

- No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.

- De todo habrá.

- Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos - y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras...
Actualizado ( Jueves, 17 de Febrero de 2011 16:14 ) 

*******************************